Incendiaron cinco vehículos y dejaron una amenaza en un jardín de infantes

La violencia y el terror no se detienen. Desconocidos dejaron una amenaza dirigida la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, y al gobernador de Santa Fe, Maximialino Pullaro, en la puerta de un jardín de infantes y, además, en un ataque mafioso, incendiaron, al menos, cinco vehículos. Todo sucedió en las últimas horas en Rosario. Este atentado se transformó en un nuevo capítulo de una saga que comenzó a principios de marzo, cuando fueron asesinados cuatro trabajadores al azar por sicarios menores de edad, que recibieron órdenes desde las cárceles de Piñero, en Santa Fe, y Marcos Paz, en la provincia de Buenos Aires.

Este nuevo episodio se produjo después de que la justicia federal ordenara extremar las medidas de detención contra los máximos jefes narco de Rosario, como Ariel “Guille” Cantero, líder de Los Monos, y Esteban Alvarado. Ninguno podrá recibir visitas por fuera del entorno familiar íntimo ni tampoco podrán hacer llamadas por la línea permitida dentro del penal, a excepción de las conversaciones con sus abogados defensores. En el gobierno de Santa Fe creen que estas nuevas restricciones a los presos de alto perfil en las cárceles federales provocará reacciones en las calles. El ataque al jardín de infantes y la quema de autos, como ocurrió en la madrugada del sábado pasado, cuando fueron incinerados de manera intencional 13 vehículos en la calle, muestran las respuestas de los grupos narcos, interpretan en el gobierno.

“Háganse cargo de este quilombo y de las muertes que va a haber. Queremos nuestros derechos”, decía la amenaza hallada en el Jardín de Infantes Los Zorzales, situado a pocos metros de la estación de servicio donde en marzo pasado ejecutaron al playero Bruno Bussanich, crimen que conmovió al país. El mensaje llevaba la firma de Los Rosarinos. Este tipo de mensajes apareció varias veces en Rosario, sobre todo con esa rúbrica. “Los Rosarinos” podría ser un nuevo consorcio de bandas que decidieron unirse en vez de enfrentarse en los territorios como ocurría hasta diciembre pasado.

Poco después del hallazgo de la amenaza se conoció que desconocidos incendiaron en Rosario, al menos, tres vehículos, informaron a LA NACION fuentes policiales.

“Los procesos de combustión fueron controlados por propietarios y vecinos, mediante el uso de recipientes con agua y mangueras de riego, no requiriendo intervención alguna en cuanto a incendio se refiere. No obstante, preventivamente se solicitó la presencia del personal de Cuartel Oeste, para la búsqueda de rescoldos o residuos incandescentes”, explicaron las fuentes consultadas.

“Siempre los autos duermen afuera, nunca pasó nada acá. La nota la dejaron pegada en la zona de los departamentos del complejo Fonavi”, comentó uno de los vecinos. “Vino la Policía, pero no hizo nada. Ni siquiera encontraron la nota, la encontramos nosotros. Esto fue a la 1, a la 1.30. Por lo que se ve, tiraron nafta abajo de los vehículos, buscaban que exploten. Entre los vecinos fuimos apagando el fuego hasta que llegaron los Bomberos Zapadores. Algunos de los vehículos tienen destrucción total”, señaló uno de los vecinos de la cuadra que se negó a revelar su nombre.

“No sé qué auto quemaron primero, si estos dos o los otros tres”, indicó la víctima al hacer referencia a que habrían sido dos los ataques incendiarios que afectaron a los cinco rodados.

El contenido del cartel encontrado en la escena de los incendios también estaba dirigido al gobernador Maximiliano Pullaro, al ministro de Seguridad provincial Pablo Cococcioni y su par nacional Patricia Bullrich. Otro similar fue hallado en el jardín Nº 81 “Los zorzales”, en la misma cuadra, en la mañana de este viernes, por lo que los niños no asistieran en la jornada a esa institución educativa.

A la vuelta de donde fueron las dos intimidaciones está la estación de servicio Puma, donde el pasado 10 de marzo fue asesinado a tiros el playero Bruno Bussanich, uno de los crímenes “narcoterroristas” del pasado mes.

El sábado pasado también hubo otra serie de atentados similares que buscaron generar conmoción. Hasta ese día, en el Ministerio de Seguridad de Santa Fe llevaban contabilizados 13 ataques incendiarios contra vehículos que estaban estacionados en la zona del macrocentro rosarino.

Ese día, también aparecieron carteles, de acuerdo a fuentes de la cartera de Seguridad de Santa Fe, con amenazas contra la ministra Patricia Bullrich, el gobernador santafesino Maximiliano Pullaro y el ministro de Seguridad Pablo Coccocioni.

El cartel estaba escrito en fibrón naranja flúor en un papel. “Bullrich, Pullaro y Coccocioni: esto es por ustedes. Háganse cargo de todo esto y de los muertos inocentes que va a haber. Queremos nuestros derechos, las visitas y las llamadas”, decía. Lo dejaron en uno de los vehículos que antes ardió en llamas.

De acuerdo a las fuentes oficiales, jóvenes que se trasladaban en un Renault Clio color gris habrían estado detrás de la ejecución de varios de estos ataques que buscaron provocar terror.

La sospecha es que estos hechos se inscriben en la seguidilla de “actos narcoterroristas” que se pusieron en marcha a partir del 12 de diciembre, cuando comenzaron a implementarse medidas de mayor control y restricción en los pabellones de alto perfil de las cárceles provinciales y federales.