En Palermo Chico: Una pareja cosmopolita cumplió su sueño de mudarse a este emblemático edificio de 1905
Con el gusto por la decoración como legado familiar de ambos, Clément Le Coz y Justina Socas aplicaron en la milimétrica reforma de su departamento el mismo tratamiento de color que le dan a su marca de ropa.
LA NACION
“En abril de 2018, luego de tres años de compartir una oficina en Microcentro, tuve la suerte de encontrar un espacio de trabajo en este edificio de 1905. Desde entonces, quise vivir acá”, nos cuenta Clément Le Coz, muy lejos de su Francia natal. “Nos daría mucha felicidad poder cumplir este sueño con mi mujer”, fue lo que un día se animó a escribirle a Dora, la anterior dueña de esta propiedad que finalmente pasó a manos de él y de Justina Socas.
Era marzo de 2021 y esperaban la llegada de su hija Cósima. Justina llevaba años trabajando en estilismo y producción de arte; Clément, asesorando a clientes extranjeros sobre destinos y experiencias fuera de los circuitos turísticos obvios; proyecto que ahora manejan juntos en Buenos Aires y París bajo el nombre de Le Coup de Foudre. Ambos fanáticos de la decoración, acudieron a la madre de Justina –la reconocida interiorista Cecilia Lagos Mármol– y a los arquitectos Sebastián Marino y Ramiro López Saubidet para pensar, entre todos, la reforma.
"Trajimos de Francia el género para las sillas y desde ahí pensamos la decoración, incluyendo los electrodomésticos engamados. La apuesta al color nos representa, y también está en nuestra marca de ropa"
Clément Le Coz y Justina Socas, fundadores de Lapromesa
Con el frente de lapacho, la heladera queda oculta en el mueble del living y unificando los estilos se logra integrar la cocina, que originalmente estaba en la otra punta del departamento
La referencia primera fue la sede del estudio de diseño milanés Palomba Serafini: una exfábrica blanca, sin ventanas, iluminada con claraboyas. Entonces, dejaron al descubierto el techo de bóveda, lo ahuecaron, reestructuraron la planta y proyectaron un milimétrico sistema de muebles de guardado. A lo net de la caja, le sumaron su destreza en el manejo de los géneros, la textura y el color, algo que volcaron natualmente en su etiqueta de ropa Lapromesa y que, desde luego, se hace presente en cada rincón de este histórico PH.
"Pensamos los departamentos en centímetros cúbicos, no cuadrados. Este es una caja blanca, alta y luminosa que no quisimos interrumpir con nada. Dejamos las paredes despejadas para potenciar el efecto"
Copiando la escala de la biblioteca, la puerta corrediza con espejo supera los tres metros
Como se eliminó el cielo raso para ganar 40 centímetros de altura, la alternativa elegida para iluminar fueron rieles con spots sujetados a los perfiles de la bovedilla
Tipología importada
La “corrala madrileña” es una construcción característica de la arquitectura popular que se llevó a cabo en diversas ciudades españolas (y en varios países) entre los siglos XVI y XX para afrontar el crecimiento demográfico desmesurado. También se la llama “vivienda de corredor”, ya que todas las unidades dan a un pasillo exterior y a un patio central, en el que se desarrollaba la vida comunitaria.
Más sobre el interior
Al fondo del pasillo y detrás de una cortina se esconde un pequeño lavadero. La escalera conduce a un entrepiso nuevo, donde se creó un espacio de trabajo. Allí, la alfombra de sisal da calidez y cambia el escenario respecto del resto del departamento, más blanco.
Para homologar los espacios, priorizar la sobriedad y destacar los objetos de diseño, los dueños de casa eligieron pocos materiales, nobles y naturales: madera, mármol Travertino, sisal y rafia
“El departamento estaba venido a menos, pero sabía de su potencial. Al haber tenido mi oficina un piso más abajo, conocía de memoria las mañas y también la tipología del edificio”, cuenta Clément
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