Casas de mar: Un refugio playero y sustentable pensado para una familia amante del surf
Inspirada en un arca, tiene buenas vistas, lugar para el descanso y por supuesto, espacio para guardar las tablas de todos.
LA NACION
La idea original era sencilla: una cabaña de playa hecha con dos contenedores apilados. Pero pronto evolucionó hacia un proyecto que, si bien retiene la sensibilidad surfista, la del amante profundo del mar, hoy muestra plantas integradas y prístinas. Ese cambio se debió a la intervención de la arquitecta Tessa van Schaik, que decidió reemplazar los contenedores por una estructura de hormigón suavizada con madera.
"Es un material que da calor, color y dinamismo. Amo usarla en mis obras, pero siempre de un modo sustentable, por convicción y por estética: la madera reciclada aporta vida, la pátina de sus años y personalidad."
Arq. Tessa van Schaik
Haciendo honor al nombre con el que bautizaron la casa, “Arca”, acá hay lugar para todos y todo.
Espacios comunes
El piso superior aloja living, comedor y cocina; en los extremos, la suite principal y un cuarto de huéspedes. Abajo está el garage, en el que se armó un gran ambiente para sus tres hijos y la constante peregrinación de amigos, pero que deja libre el centro cuando los padres vienen solos para estacionar su jeep sin problemas. Además, dos baños, ducha con deck para sacarse la sal y la arena y mucho espacio de guardado para tablas, remos, kayaks, patas de rana y trajes de neoprene.
"Como pasamos la mayor parte del día en la playa, no nos pareció necesario armar un comedor al aire libre. Al contrario, quisimos tener un solo lugar resguardado del sol, cómodo y bien equipado donde reunirnos todos, ¡para variar!"
Jan Beamish, dueña de casa
Perpendicular a la mesa hecha por un carpintero con un tablón recuperado, la isla tiene tapa de cemento alisado y laquedado sobre una base de pino reforestado. Los cajones del bajomesada, al igual que la cómoda del living, se hicieron a partir de un lote de pinotea de demolición.
Decisiones prácticas
En las paredes laterales del garage, se hicieron nichos revestidos en pino reforestado para empotrar cuchetas bien diseñadas. La idea era tener lugar de sobra para que los chicos recibieran amigos.
En el centro del garage suele estar la mesa de ping-pong, pero cuando los padres vienen solos algunos fines de semana durante el año, la pliegan para estacionar el auto. A continuación, hay dos baños idénticos, uno para varones y otro para chicas.
Confort sustentable
En el dormitorio principal, la cama se apoya contra un tabique a media altura que del otro lado funciona como vestidor. Los ojos de buey y el espejo circular contra la pared de granito negro con terminación mate refuerzan el concepto de “arca” buscado por los propietarios. La puerta de vidrio que divide el vanitory de la ducha es uno de los elementos que más les gustan.
Para minimizar el impacto ambiental, y a instancias de su arquitecta, los dueños de casa eligieron pinotea de demolición para los muebles y maderas reforestadas en pisos y balcones: pino e iroko, también conocido como “la teca africana”
"Estoy maravillada con el efecto de texturas y colores que trajo esta particular combinación de maderas"
Jan, dueña de casa.
La baranda y la pérgola del cuarto principal y ciertos planos en la fachada son ejemplo del uso inteligente del varillado: brindar privacidad sin bloquear la vista, dejar pasar luz natural y favorecer la ventilación.
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