Al natural: una casa de madera en los Hamptons recobró su esplendor con claridad y sencillez
Una pareja de diseñadores reformó esta típica casona de los ochenta para convertirla en su sofisticado refugio de fin de semana a dos horas de Nueva York.
LA NACION
Lo que se conoce como los Hamptons es una sucesión de pueblitos en la costa de Long Island, en el estado de Nueva York. Su fama mundial se debe a que es el lugar elegido por los ricos y famosos para pasar el verano, pero hay sectores resguardados del bullicio que acompaña a las celebridades. Es el caso de Shelter Island, que preserva el espíritu bohemio que dio vida a la zona en 1920. Hasta ahí llegaron Harriet Maxwell Macdonald (parte del trío de diseñadores detrás de la firma de decoración Ochre) y su marido, Andrew Corrie (fundador de la marca de artículos para el hogar Canvas Home), y compraron una casa de madera casi en ruinas por el daño que le habían causado las termitas.
La residencia de 1979 fue prácticamente reconstruida manteniendo su estilo original para convertirse en el refugio de fin de semana de la pareja y sus tres hijos. Un gran ambiente social abierto al paisaje, un playroom, cinco dormitorios, un gigantesco deck y una pileta constituyen las comodidades de este enclave con un irresistible clima playero definido principalmente por la madera blanqueada y la sencillez de la ambientación.
Para darle protagonismo a las vistas, los interiores tienen la sobriedad característica de la firma inglesa Ochre, a cargo de la toda la reforma.
"La filosofía de Ochre se basa en incorporar piezas que transmiten calma para crear ambientes no invasivos, pero atractivos a la vista y al tacto"
Harriet Maxwell Macdonald, dueña de casa y socia de Ochre
Glorioso exterior
Las galerías dibujan una U que toma el contrafrente y los laterales. Son un elemento crucial en el diseño y en la manera de vivir esta casa y su entorno.
Una cocina tan simple como impresionante
Para equilibrar la presencia de la isla de cocina italiana, se hizo una mesada con alzada de zinc, un material sencillo que se hace más atractivo con el paso del tiempo.
El área privada
Más que en “decorar”, se apostó a las cualidades de los materiales para embellecer los espacios
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