Dónde está la “bóveda del fin del mundo” y qué guarda en su interior
El Gobierno de Noruega construyó, hace algunos años, una espectacular estructura futurista que sorprende, pero pocos saben el motivo de su creación
LA NACION
Son varios los motivos que condujeron al ser humano a pensar el hipotético caso del “Día Final” del planeta Tierra: el cambio climático, los desastres naturales o algún conflicto bélico de carácter nuclear que pueda acabar con todo, son algunas de las muchas aterradoras opciones. Sin embargo, para el caso de que ocurriera algo similar, los países crearon el Banco Mundial de Semillas de Svarlbard, una gigante bóveda que resguarda el patrimonio vegetal de la humanidad para el caso de que ocurra lo peor.
Una de las imágenes más llamativas que a menudo se viraliza en las redes sociales es la de esta bóveda apodada como la del “Fin del Mundo”, construida por el Gobierno de Noruega, la organización de conservación de plantas NordGen y el Fondo Mundial para la Diversidad de Cultivos para evitar la extinción de la especie humana. Fue creada con el fin de resistir al paso del tiempo y a las catástrofes que se pueden producir por el hombre. En ella se guardan una gran diversidad de cultivos que salvarán la humanidad.
El lugar elegido para ubicar esta importante construcción fue la sólida y virgen ladera de la montaña permafrost, que pertenece a la isla de Spitsbergen, en el archipiélago de Svarlbard, ubicado entre Noruega y el Polo Norte. Las fotografías que hay sobre este lugar son impactantes y hasta parecen futuristas por la estructura que se montó en el medio del suelo blanco.
Esta estructura gris está preparada para resistir las consecuencias de un terremoto de 10 en la escala de Ritcher, teniendo en cuenta que el mayor de la historia fue de 9,6. También puede resistir una erupción volcánica, entonces, está garantizado el resguardo adecuado de las semillas. El lugar está a 130 metros por sobre el nivel del mar y las condiciones climáticas rondan entre los -3 y -6 grados centígrados, y tiene la posibilidad de descender de manera artificial hasta los -18 grados.
Su costo fue más de siete millones de euros y su cámara es capaz de guardar alrededor de cinco millones de semillas. En 2020, se registró que había un poco más de un millón de semillas almacenadas de 5.128 especies de 233 países diferentes. La espectacular cámara cuenta con 150.000 muestras distintas de trigo y arroz; 80.000 de cebada; 50.000 variedades de sorgo; 40.000 especies de frijol Phaseolus; 35.000 de maíz; y cerca desde 25.000 de soja, entre muchas otras.
Cabe destacar que este lugar no recibe visitantes, entonces, los encargados de construir esta cámara crearon una página web para hacer un tour virtual del lugar, sin la necesidad de utilizar el Google Street View para apreciarlo. Los interesados en saber más sobre este lugar tendrán una guía virtual que explicará cómo funciona el interior de este lugar, que es más largo de lo que parece la fachada.
Los únicos que circulan en este lugar son los trabajadores, pero tanto la seguridad como el mantenimiento se controlan de manera remota. Aun así, algunos turistas llegan hasta la entrada del lugar para tomarse fotografías con la fachada de la bóveda que puede llegar a ser transcendental en un futuro.
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