Después de atravesar los Valles Calchaquíes, llegamos al club La Estancia de Cafayate (paraíso de paisajes, viñedos, golf y caballos) para visitar el hogar de unos de sus primeros socios.
“Esta casa es la síntesis de una vida”, resumen sus dueños, Elisea Patrón Costas y su marido, Jorge Barrantes. “Jorge quería pasar el retiro acá: él es un gran golfista y yo siempre fui de a caballo. Y en cuanto a la construcción en sí, está llena de guiños a Mariano Sepúlveda, que a lo largo de los años nos hizo dos casas en Salta”, dice, en referencia a su querido amigo y celebrado arquitecto, experto en arquitectura colonial y autor de las grandes restauraciones del centro histórico de la capital salteña y de tantos hitos de esa provincia. “De él aprendimos todo, y tomamos lo que nos acompañó desde siempre: podría decir que nuestro hogar de hoy en La Estancia de Cafayate también es un homenaje a él”.
En este barrio se va entrando de a poco a las casas: un muro perimetral, un tramo plantado y un patio interno antes de llegar al corazón íntimo.
Patio andaluz
Una fortaleza contra el viento, un dejo de patio morisco con el frescor de agua que, corriendo, sosiega. Cielo arriba y cielo adentro.
Un espacio social para la familia grande
"Somos una familia grande, y la casa se pensó para recibir, por eso se privilegió la amplitud de los espacios sociales por sobre la cantidad de dormitorios. Si hay viento, podemos meternos todos acá"
Elisea Patrón Costas, dueña de casa
Cocina y jardín de invierno
Junto a la cocina, el jardín de invierno goza de la chimenea que no tiene el living, por ejemplo. Es lógico. Allá su tamaño debería haber sido descomunal, y trastocaría la disposición de la reunión. Acá se disfruta como un gusto privado.
Una escalera bien iluminada
La estructura de la lámpara colgante desaparece para darle el protagonismo a una luz que se puede construir y deconstruir según qué secciones de su fabuloso cerebro se conecten.
La paleta de tonos neutros se hace aun más acotada en la suite, elegantemente despojada y dominada por la sutil geometría de la cama de hierro con baldaquino.
Los colores de la tierra
La galería tiene artefactos de luz rasante: una de las pautas de diseño establecidas en el club es que las construcciones no encandilen, que no borren las estrellas.