El pasado y el futuro se abrazan en Casa FOA , la tradicional muestra de arquitectura, diseño interior, paisajismo e industria, que abrió sus puertas la semana pasada en el convento Nuestra Señora de la Misericordia, una joya arquitectónica de más de 120 años, ubicado en medio de la paz y el verde de Villa Devoto.
En los tres mil metros cuadrados repartidos en una sola planta, donde hubo claustros, patios de meditación y una capilla, unos cuarenta expositores –entre diseñadores, arquitectos, decoradores y paisajistas– le dieron vida a una propuesta organizada en tres grandes capítulos o sectores: los espacios de grandes dimensiones destinados a temáticas domésticas tradicionales; propuestas para familias jóvenes que buscan optimizar ambientes de pocos metros; y nuevos espacios de coworking.
"Devoto es un barrio divino, tranquilo, un oasis verde. Los ventanales, la luz, los jardines, y ese clima de paz que se respira nos hicieron enamorar de esta casa desde un primer momento", le cuenta a ¡Hola! Catalina Ulloa, responsable de arquitectura y diseño de FOA. "Nos propusimos darle fuerza a la escala barrial, al verde para que se meta en la muestra, y seguir fomentando la descentralización, algo en lo que FOA trabaja hace tiempo".
EN CLAVE DECO
Así como el año pasado el gris y los tonos neutros fueron estrellas, esta vez la paleta es más variada y se apoya en los verdes/amarillos (como la explosión cítrica de Javier Iturrioz en su "Living de un coleccionista"), los azules, naranjas y los tonos neutros.
Los metales, especialmente el dorado, profundizan la huella iniciada el año pasado, pero ahora combinados con otros materiales nobles, como la madera. Las formas orgánicas, redondeadas, están a la orden del día, así como también los géneros livianos y fluidos, que aportan frescura, la naturaleza, que se cuela en interiores y exteriores, en forma de patios, macetas y cocinas a cielo abierto y el mármol, que se renueva con múltiples tonos. En cuanto al mobiliario, en la mayoría de los casos está pensado especialmente para los múltiples usos que los espacios más pequeños y las nuevas formas de coworking exigen.
UN BARRIO CON HISTORIA
A 130 años de su fundación, el barrio de Devoto tiene una fuerte identidad. El 4 de abril de 1889, el Banco Inmobiliario presentó al Municipio de la Ciudad de Buenos Aires el proyecto de un nuevo "pueblo" bajo las firmas de los ingenieros Carlos Buschiazzo y José Poggi. En homenaje al presidente de este Banco, don Antonio Devoto, se bautizó al pueblo como Villa Devoto. Aquel pueblo de calles serenas y arboladas cuya trama atraviesan dos ferrocarriles mantiene su condicón semiurbana.
Al terminar la muestra, que se hace a beneficio de la Fundación Oftalmológica Argentina –creada el 30 de noviembre de 1964 por inquietud e iniciativa del doctor Enrique Segundo Malbrán para la investigación dentro del campo de la oftalmología–, el convento se transformará en Cassa Devoto, un moderno emprendimiento residencial. "Se pondrá en valor y se mantendrá toda la estructura antigua. Serán cuarenta y ocho unidades en doble altura y luego construiremos un edificio de cuatro plantas en la parte central", adelantó Ezequiel Piccolo, de Piweco, que junto a grupo Portland y el estudio desarrollador y de arquitectura MMCV de Devoto están a cargo del proyecto. Este año, Casa FOA fue declarada de interés general por la Legislatura porteña y estará abierta hasta el 28 de octubre. Un tour de historia e inspiración por la ciudad de Buenos Aires.
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